Ø SUELO
Un
suelo se puede degradar al acumularse en él sustancias a unos niveles tales que
repercuten negativamente en el comportamiento de los suelos.
El daño que se causa a los suelos es de la misma
magnitud que el que se causa al agua y al aire, aunque en realidad algunas
veces es menos evidente para nosotros; sin embargo, es importante conocer los
lugares donde es más probable que se contamine el suelo.
Algunos
de estos sitios son los parques industriales, los basureros municipales, las
zonas urbanas muy pobladas y los depósitos de químicos, combustibles y aceites,
etc., sin dejar de mencionar las zonas agrícolas donde se utilizan los
fertilizantes o pesticidas de manera excesiva.
Dentro
de los contaminantes de suelos se encuentran los residuos antropogénicos, cuyo
origen puede ser doméstico, industrial, de hospitales o de laboratorios.
Independientemente de su origen, los residuos pueden ser peligrosos o no
peligrosos.
Los peligrosos son aquellos que por sus
características corrosivas, reactivas, explosivas, tóxicas, inflamables o
biológicas, representan un riesgo para la salud de las personas y el ambiente,
mientras que los residuos no peligrosos se denominan residuos sólidos.
Los residuos sólidos pueden ser
clasificados como degradables o no degradables, considerándose un residuo
degradable aquel que es factible de descomponerse físicamente; por el
contrario, los no degradables permanecen sin cambio durante periodos muy
grandes.
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