Contaminación audiovisual
Conviene
distinguir inicialmente dos conceptos: Sonido: Conjunto de vibraciones que pueden estimular el órgano del oído. Dentro del sonido se incluyen los temas:
Propagación: Al golpear un objeto o flexionarlo y luego, soltarlo, vibra y empuja las moléculas vecinas (como las del aire). Estas no se apartan, sino que se comprimen y enseguida se separan bruscamente; Se produce entonces una onda de sonido.
Volumen: La intensidad del sonido depende de la presión de sus vibraciones en el medio que atraviesa. A mayor presión, la amplitud o altura de la onda y el sonido resulta suave. Dependiendo del volumen, el oído podría llegar a dañarse gracias a su sensibilidad al respecto.
Medición: La presión acústica se mide en decibelios (dB) y los especialmente molestos son los que corresponden a los tonos más altos (dB-A). La presión del sonido se vuelve dañina a los 75 (dB-A) y dolorosa alrededor de los 100 dB-A. Puede causar la muerte a los 180 dB-A. El límite de tolerancia es de 65 dB-A. El oído necesita algo más de 16 horas de reposo para compensar 2 horas de exposición a 100 dB (discoteca ruidosa). Los sonidos de más de 120 dB (banda ruidosa de rock o volumen alto en los auriculares) pueden dañar a las células sensibles al sonido del oído interno provocando pérdidas de audición.
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