Contaminación del suelo
La
contaminación del suelo se refiere a la contaminación del suelo por medio de
exceso de fertilizantes, productos químicos, insecticidas, herbicidas,
pesticidas, etc provocan contaminación del suelo en la disminución de la
calidad del suelo y es causada por la erosión del suelo, el exceso o déficit de
humedad, disminución de la nutrientes para las plantas o microorganismos del
suelo, y la fluctuación de la temperatura alta.
La contaminación
del suelo, en cierto modo, también conduce a la
contaminación del aire y la contaminación del agua. La contaminación del suelo
conduce naturalmente a la contaminación del aire por la liberación de estos
compuestos en la atmósfera y que puedan explotar. La contaminación del suelo
también contribuye a la contaminación del agua si las sustancias venenosas
filtran a las aguas subterráneas, o si llega a desbordarse contaminado ríos,
lagos u océanos.
Causas de la
Contaminación del Suelo
Hay varias causas que conducen a la contaminación
del suelo. Las principales fuentes de contaminación del suelo incluyen – la
deforestación, los incendios forestales, la erosión del suelo, la erupción
volcánica, el uso excesivo de fertilizantes químicos, pesticidas, herbicidas,
etc, y el vertido de residuos industriales y urbanos.
La
contaminación del suelo se define por la presencia de determinado nivel
de partículas, sustancias o materiales contaminantes sólidos o líquidos
que deterioran la superficie terrestre o la pérdida de una o más de sus
funciones. Se considera que un suelo está contaminado cuando hay presencia de
sustancias químicas o sintéticas, u otros tipos de alteraciones en el ambiente
natural del sueño. Los contaminantes pueden estar física o químicamente
enlazados a las partículas del suelo o atrapados entre éstas.
Cualquier
suelo contaminado puede provocar daños a los seres humanos y al medio ambiente
en general.
El suelo se
contamina por causa de las actividades del hombre o por otras alteraciones en
el ambiente natural del suelo. En términos generales, la superficie de la
tierra se daña por efecto de las actividades agrícolas, industriales y
domésticas, a partir del uso de pesticidas, de la lixiviación (desplazamiento
de sustancias solubles) de los desechos de los vertederos, de la percolación
(paso de líquido a través de un material poroso) de las aguas superficiales e
incluso de la liberación en las chimeneas de partículas tóxicas que se
depositan en el suelo después de estar suspendidas en el aire.
En muchas
ocasiones, el agua impura termina contaminando directamente el suelo a través
su flujo sobre la capa terrestre. Es por eso que la lluvia ácida y los derrames
accidentales afectan la calidad del suelo. Otras causas de contaminación son
las descargas de desechos fecales a cielo abierto, la basura enterrada, los
accidentes industriales y la agricultura intensiva.
Las
consecuencias de este problema afectan inmediatamente a las plantas, pues éstas
se encuentran en contacto directo con el suelo. Así pues, las plantas pueden
absorber las sustancias nocivas a través de sus raíces y consecuentemente,
morir. Si se da el caso de que un animal ingiera hierba contaminada por efecto
del suelo corre el riesgo de enfermar y morir también. Por cierto, los animales
pueden entrar en contacto directo con el suelo contaminado al excavar sus
madrigueras, por lo que existe posibilidad de que los contaminantes se inhalen
a través del polvo.
Ahora
bien, también es posible que el metabolismo de los microorganismos que residen
en el suelo se altere y esto genere consecuencias en las cadenas alimentarias,
con efectos graves en las especies depredadoras.
Un riesgo
más: si un suelo agrícola está contaminado, eventualmente los cultivos se
pudren y de esta manera se reduce el rendimiento de los cultivos y el suelo
pierde su protección natural contra la potencial erosión.
El suelo
repleto de sustancias nocivas afecta la salud de los seres humanos por medio
del contacto directo con el suelo o bien, por inhalación de los contaminantes
vaporizados. Asimismo, existe riesgo de contraer enfermedades cuando las
sustancias se infiltran desde el suelo hacia las fuentes de agua subterránea
usadas para el consumo.
De
acuerdo con el tipo de contaminante al que una persona se expone, puede
contraer alguna enfermedad. Por ejemplo, el plomo, el cromo, los pesticidas y
los herbicidas son potentes cancerígenos, y el benceno tiene incidencia en
algunos casos de leucemia.
Otros
efectos dañinos consisten en fatigas, dolores de cabeza, náuseas, irritación en
los ojos y erupciones en la piel, pero es importante considerar que la
exposición directa al suelo contaminado con sustancias muy tóxicas puede
ocasionar la muerte.
Es
relativamente fácil reducir la contaminación por basura, puesto que cualquier
persona puede separar sus residuos de acuerdo con la composición de éstos,
reducir la compra de productos y aumentar el consumo de otros que son
reciclados o biodegradables.
Sin
embargo, las sustancias químicas son más poderosas. Algunos científicos han
implementado estrategias que consisten en la aireación del suelo contaminado
(pero esto conlleva dañar el aire), la siembra de plantas que extraen los
minerales pesados, la digestión microbiana de algunos productos químicos
orgánicos en el suelo y la transportación de tierra contaminada hacia sitios
fuera del alcance humano.
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