martes, 7 de junio de 2016
EL CICLO DEL AGUA.
El Ciclo del
Agua
Se pudiera
admitir que la cantidad total de agua que existe en la Tierra, en sus tres
fases: sólida, líquida y gaseosa, se ha mantenido constante desde la aparición
de la Humanidad. El agua de la Tierra - que constituye la hidrósfera - se
distribuye en tres reservorios principales: los océanos, los continentes y la
atmósfera, entre los cuales existe una circulación continúa - el ciclo del agua
o ciclo hidrológico. El movimiento del agua en el ciclo hidrológico es
mantenido por la energía radiante del sol y por la fuerza de la gravedad.
El ciclo
hidrológico se define como la secuencia de fenómenos por medio de los cuales el
agua pasa de la superficie terrestre, en la fase de vapor, a la atmósfera y
regresa en sus fases líquida y sólida. La transferencia de agua desde la
superficie de la Tierra hacia la atmósfera, en forma de vapor de agua, se debe
a la evaporación directa, a la transpiración por las plantas y animales y por
sublimación (paso directo del agua sólida a vapor de agua).
La cantidad
de agua movida, dentro del ciclo hidrológico, por el fenómeno de sublimación es
insignificante en relación a las cantidades movidas por evaporación y por
transpiración, cuyo proceso conjunto se denomina evapotranspiración.
El vapor de
agua es transportado por la circulación atmosférica y se condensa luego de
haber recorrido distancias que pueden sobrepasar 1,000 km. El agua condensada
da lugar a la formación de nieblas y nubes y, posteriormente, a precipitación.
La precipitación
puede ocurrir en la fase líquida (lluvia) o en la fase sólida (nieve o
granizo). El agua precipitada en la fase sólida se presenta con una estructura
cristalina, en el caso de la nieve, y con estructura granular, regular en
capas, en el caso del granizo.
La
precipitación incluye también incluye el agua que pasa de la atmósfera a la
superficie terrestre por condensación del vapor de agua (rocío) o por
congelación del vapor (helada) y por intercepción de las gotas de agua de las
nieblas (nubes que tocan el suelo o el mar).
CICLO DEL OXIGENO
Ciclo del oxigeno.
El oxígeno
es un componente muy importante del aire y que se requiere para mantener la
vida.
El oxígeno participa en muchas reacciones fundamentales para sostener la vida, es el aceptor final de los electrones en la cadena respiratoria que es la máxima suministradora de energía en los organismos aerobios (son los que consumen oxígeno).
La fotosíntesis es el proceso fundamental por el que los vegetales producen su propio alimento (es decir son autótrofos). Para poder llevar a cabo la fotosíntesis, los cloroplastos (en las plantas verdes), captan bióxido de carbono (que contiene oxigeno y carbono) del medio ambiente, agua, y finalmente, utilizando enzimas y la energía luminosa, producen: oxígeno y glucosa.
El oxígeno participa en muchas reacciones fundamentales para sostener la vida, es el aceptor final de los electrones en la cadena respiratoria que es la máxima suministradora de energía en los organismos aerobios (son los que consumen oxígeno).
La fotosíntesis es el proceso fundamental por el que los vegetales producen su propio alimento (es decir son autótrofos). Para poder llevar a cabo la fotosíntesis, los cloroplastos (en las plantas verdes), captan bióxido de carbono (que contiene oxigeno y carbono) del medio ambiente, agua, y finalmente, utilizando enzimas y la energía luminosa, producen: oxígeno y glucosa.
El oxígeno
producido en la fotosíntesis sale en
forma de gas y es el que se encuentra en el aire.
Es
introducido por todos los organismos aerobios, donde entra en la cadena
respiratoria como aceptor final de electrones para formar agua que es llamada
agua de oxidación y es eliminada por los seres vivos en el sudor, la orina, las
lágrimas etc.
El bióxido
de carbono (que también contiene oxígeno), es producto de reacciones
catabólicas aerobias y es expulsado por los organismos aerobios y reciclado por
las plantas de la forma antes vista. Este oxígeno que se encuentra en el aire,
también es utilizado por el hombre en sus reacciones de combustión, que como se
había visto anteriormente, producen bióxido de carbono que también se recicla
en la fotosíntesis.
De esta forma existe una circulación constante de oxígeno y una especie de simbiosis entre los organismos que respiran oxígeno y las plantas, donde los organismos aerobios utilizan el oxígeno de las plantas para su metabolismo y producen bióxido de carbono que es aprovechado por las plantas para producir oxígeno y nutrientes.
De esta forma existe una circulación constante de oxígeno y una especie de simbiosis entre los organismos que respiran oxígeno y las plantas, donde los organismos aerobios utilizan el oxígeno de las plantas para su metabolismo y producen bióxido de carbono que es aprovechado por las plantas para producir oxígeno y nutrientes.
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